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Fiesta de inauguración

Hogar dulce hogar, donde el Wi-Fi se conecta automáticamente y la nevera siempre está llena de misterios que datan de la era mesozoica. No es solo un lugar; es un museo vivo de sobras olvidadas y calcetines que han emprendido aventuras en solitario. Bienvenido al vórtice de la comodidad y el caos, donde el sofá ha presenciado más dramas que una obra de Shakespeare y el control remoto es el cetro del poder supremo. Es un lugar donde el termostato es un campo de batalla y la verdadera prueba de amor es sobrevivir a un acalorado debate sobre los ingredientes de la pizza. Hogar dulce hogar, una deliciosa mezcla de calidez, risas y la búsqueda ocasional de las llaves del coche perdidas.